Tratamientos

Generales

• Técnicas de masaje específicas para cada tipo de lesión.
• Técnicas miofasciales: la fascia es un tejido que recubre y sostiene la musculatura, contiene los nervios y vasos sanguíneos que nutren y mueven nuestros músculos, por lo que cualquier restricción en la misma genera restricción en el aparato musculo-esquelético.
  • Vendaje funcional.
  • Vendaje neuromuscular kinesiotape: técnica complementaria al tratamiento fisio-osteopático dirigida a mantener los efectos del tratamiento y estimular la recuperación muscular y articular.

Rehabilitación de miembros superiores e inferiores

La rehabilitación física es el conjunto de técnicas y métodos que sirven para recuperar una función o actividad del cuerpo que se ha perdido o ha disminuido a causa de un accidente o enfermedad.

La rehabilitación física apunta a la funcionalidad corporal. Las tareas de rehabilitación pretenden que el paciente mejore su movilidad y sus habilidades físicas a partir de ejercicios, masajes y otras técnicas.

Las lesiones que afectan a los músculos, los ligamentos, los tendones, las articulaciones y los huesos suelen requerir de una rehabilitación física que permita recuperar la fortaleza de los componentes y el equilibrio en la relación entre los mismos. Una enfermedad degenerativa o un evento traumático pueden provocar este tipo de lesiones y demandar rehabilitación.

Existen diversos tipos de rehabilitación física, que se diferencian en gran parte por las técnicas y las herramientas utilizadas, tan variadas como la aplicación de electricidad, calor o frío. Algunos de ellos son:

• Electroterapia: Se trata de una rama de la fisioterapia que apela a la generación de estímulos físicos a través de una corriente eléctrica para obtener una respuesta fisiológica que brinda al paciente un efecto terapéutico. Para esto se pueden utilizar varios equipos diferentes entre los cuales podemos destacar los TENS.
• Ultrasonidos: Permite la emisión de ondas sonoras de entre 1 y 3 MHz (De alta frecuencia), con el objetivo de generar calor en las profundidades de los tejidos y tratar ciertos problemas que impiden el correcto funcionamiento de los músculos y los tendones.
• Magnetoterapia: Por medio de un solenoide que genera un campo magnético conseguimos que las fracturas consoliden con mayor velocidad, en casos de artrosis y artritis disminuya la descalcificación.
• Termoterapia: Consiste en aplicar calor con métodos tan diversos como la aplicación de parafina o luz infrarroja. Entre sus ventajas más destacadas se encuentra el alivio del dolor, el aumento del flujo sanguíneo.
• Crioterapia: De manera opuesta a la termoterapia, la crioterapia se basa en la aplicación de frío para obtener efectos terapéuticos. Los beneficios para el paciente, son la reducción del dolor, la reabsorción de edemas, la desinflamación.